Ley de Medios

• La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales (Abreviadamente: Ley de Medios) de la democracia, lleva el número 26522 y fue pensada bajo distintos aportes y principalmente desde los 21 puntos propuestos por la Coalición por la Radiodifusión Democrática.
Desde la nueva Ley se considera a la “comunicación” como un derecho humano, al mismo nivel que los derechos a la educación a la salud o a la vivienda. La Ley considera que las actividades que se realizan en los medios son de interés público y esencial para el desarrollo de la población que tiene derecho a expresarse, recibir, difundir, e investigar informaciones, ideas y opiniones.
Aparecen nuevos “actores” emisores de mensajes: los de gestión privada sin fines de lucro (ONG). A partir de esta Ley las ONG comenzarán a tener una preponderancia importante y estarán con sus propios medios.
Para la Ley el espectro radioeléctrico es un bien público y el estado es el regulador de las licencias y autorizaciones que le permitirán a los operadores hacer uso del espectro, por un tiempo limitado y bajo el control de la autoridad federal. Las frecuencias no son bienes que se puedan comercializar, por lo tanto no se permitirá la venta de frecuencias.

• Tenemos que tener presente que estamos ante un cambio radical e histórico en la legislación de los medios de comunicación. De alguna manera los medios nos dominan, nos digitan qué ver, cómo ver, qué pensar y cómo pensar. Como por ejemplo: la empresa de medios más grande del país, Grupo Clarín, nos bombardean con desinformación, , en sus medios gráficos inclinan la balanza para donde les convenga. Es muy marcado el énfasis que se pone en tratar de desviar el foco de la discusión, siempre intencionado, confundiendo a la gente y tergiversando los hechos.
Apoyamos esta nueva Ley de Medios ya que creemos que tiene que haber un manejo plural de la información, tiene que haber espacios donde todas las corrientes ideológicas puedan expresarse libremente, sin censura ni líneas editoriales que defiendan únicamente a los grupos económicos concentrados (que también pueden existir, pero con un contrapeso que cuente con un lugar desde donde replicar) de modo que podamos acceder a la totalidad de la información, para luego sí formar una opinión valedera, critica, reflexiva y fundamentada.